Lección 33 - Cree en los milagros



Es cierto que el libro se fue por unos días a cubrir una nueva emergencia, pero también es cierto que leí este capítulo antes de prestarlo.
Ya desde el título sabía que se merecía como mínimo un par de líneas adicionales.


**Cree en los milagros**

La oración es tan tajante y tan concisa que  todos estos días retumbo en mi cabeza.

Creer en los milagros, en imperativo. Sin lugar a dubitar. Creer siempre creer..
Pero en ¿que? en ¿milagros?
Y aca entendí que era lo que me hacia ruido.. y es definir lo que para cada uno es un milagro.

Para mi por muchísimos años, creo que los primero 40 de mi vida, un milagro era una cosa extraordinaria, que solo podía compararse con una recuperación milagrosa de un enfermo, una virgen que llora sangre o algún accidente que dejo, inexplicablemente, sobrevivientes.

Hoy tan solo un par de años después siento que un milagro es otra cosa.
Es algo mas tangible y cotidiano de lo que la mayoría cree. Y todo lo que antes para mi era suerte o casualidad, hoy es milagro o causalidad.

Cada vez que un deseo o una necesidad profunda es cubierta, estamos en presencia de un milagro. Esto puede incluir cosas tan triviales como que un taxi aparezca providencialmente  debajo de la lluvia, conseguir estacionamiento en lugares imposibles, que alguien te obsequie algo que quieras con todo tu corazón, o como hace mi hijo, que cuando va a la heladería y no elije sabores sino potes al azar (en complicidad con el heladero que le avisa si ese sabor ya lo probo y no le gusto o si tiene alcohol) y siempre pero siempre sale uno de sus favoritos. Convengamos que le gusta mucho el helado y casi todos los sabores le agrada, pero el lo vive así, como un hecho que no es casual. Como algo mágico. Y es genial.

Y creo que a esto nos lleva el texto de hoy. a ver cada una de esos pequeñísimos toques geniales de nuestra vida, como un evento mágico, milagroso. Porque lo son.

Hace unas semanas se me descalabro la economía mal. Un par de gastos imprevistos, unos clientes que tardaron mas de lo previsto en retirar  y de golpe  no había efectivo para la verdulería. Eso en una familia que es 90% vegetariana, es un tema.
Voy a la verduleria con la consigna de traer solo lo imprescindible, y pum, el verdulero me dice. "Vos que consumis tantas paltas, no te queres llevar estas que ya no están para vender?" y sin dejarme responder  puso 6 paltas en mi bolsa que alcanzaron para unas cuantas ensaladas. ¿Suerte? No. Milagro

Hoy quiero invitarlos con todo mi corazón a que volvamos a revisar nuestras vidas para apreciar esos pequeños momentos mágicos, que nos rodean, para que podamos agradecerlos y dejalos fluir.

Porque es muy cierto que hay que creer en los milagros, pero también hay que dejar espacio para que sucedan. Tengan todos un maravilloso y milagroso día.


 

Ciber Monday 2014



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Gato negro



Ayer termine un maravilloso ( y muy recomendable libro de Ray Bradbury).
En la primera pagina aparecía el, joven aun, con un gato negro.

No pude con mi genio y si bien sabia que  los gatos suelen elegir hogares con libros y lanas y la mía es una conjunción de ambas, me puse a hacer un par de búsquedas en internet.
Increíble, pero cierto.
Incluso encontré una cita de Osvaldo Soriano donde dice - “Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo”

La actitud de Ringo frente a los libros me divertía, aunque ahora me doy cuenta que es mas normal de lo que pensaba.

Cada vez que agarro un libro, él se acerca, sigiloso, como queriendo no molestar, pero sin ganas de perderse el momento.
Algunas veces un par de mimos alcanzan para que se acomode sobre mis piernas o a mi lado y se quede tranquilo.
Otras es imposible. Se sube sobre el libro, y manotea con su patita las hojas como pidiendo una historia.  Esos días, no me queda mas remedio que leer en voz, alta, para él y para mi. Y ahí se tranquiliza.

Tengo un  gato literato, que no solo me acompaña en  las lecturas sino también cuando me siento a escribir, como ahora, que esta a unos pocos metros mios, con sus dos ojos dorados abiertos, inmensos, posados sobre mi.

Es hora de asumirlo,  mi compañero de aventuras es un gato negro como la noche, que disfruta de mis lecturas en voz alta y que custodia de cerca mis ratos de escritura.

Bendito seas, y bendita sea tu compañía en mi camino.


Tras la bola azul


En el proceso de reencontrarme con la niña que habita en mi y de regalarle una eterna infancia feliz, hice una lista interminable de cosas. Pero mas allá de la lista, que incluye cosas tan extrañas como conseguir una lata para el almidón de maíz, están los imprevistos.
Esas situaciones que te sorprenden de pronto y que no se pueden dejar pasar.

Ayer por ejemplo, tenia que ir al odontólogo y de pasada vi una de esas máquinas de las que podes, a cambio de unas monedas, sacar pelotitas saltarinas.
Lo primero que pensé, fue.. "mi mamá nunca tenia dinero para estas cosas"
Lo segundo fue "Yo si tengo".

Estaba justa de tiempo, así que me propuse resistir con hidalguía y sin chistar los embates del torno odontológico y me prometí volver a casa por el mismo camino y frenar en el kiosko. Y así lo hice.

Luego de conseguir las monedas pertinentes y poner cada una de ellas tras un giro de manivela, se sintió un clac que desbordo mi corazón.

Ayer sin dudas tuve 5 años por un instante al menos.

Cerré los ojos y dije, que sea azul, por favor, que sea azul. Levante la compuerta y para mi sorpresa, era verde.
Me quedaban 3 monedas así que volví a repetir el rito y en cada giro deseaba "que sea azul, por favor, que sea azul" Luego del clac que indicaba que mi bolita estaba allí, levante la compuerta y apareció una bola color coral.
No era azul, pero era una pelota saltarina extra y lo mejor de todo, es que era mía.

La semana que viene tengo que volver al odontólogo y ya poco me preocupa el torno.
Ahora la única preocupación es conseguir monedas, y doblar en la esquina correcta.

Si quieres ser un escritor, escribe.


Es, como mínimo extraño, que en un libro de "Lecciones para las pequeñas vueltas que da la vida" una de las lecciones se refiera específicamente al deseo de escribir.
Revise concienzudamente  la tirada del libro. Mi ejemplar es de la primera edicion ( creo que  aqui no hubo otra) y es parte de un lote de 3500 libros.
Considerando que el libro fue editado en unos cuantos idiomasy que hay versiones digitales a la venta podemos decir .. no se.. que hay ¿20.000 libros? (creo que me quedo corta)

Mi parte racional no deja de preguntarse por que incluir una lección tan pero tan puntual en un libro que en lineas generales te alienta a atravesar con entereza las adversidades de la vida cotidiada.
¿es que a caso todo el publico lector quiere ser escritor? ¿¿o es acaso una treta magica donde cada uno lee alli su mayor anhelo??

De un modo u otro es posible que solo un par de lectores reparen en este capitulo. Yo lo hice. Lo sigo haciendo. Las palabras me siguen retumbando.. y tanto han retumbado todo el dia que me  dio dolor de cabeza, de esos que te paralizan. Igual que el miedo a enfrentarte con una mision que a simple viste parece imposible.
El libro dice

"si queres ser escritor, entonces escribe..."

Y yo digo de paso, parafraseandolo, "Si queres hacer algo, hacelo"

Hoy por hoy parece impensable hacer un hueco y encontrar el tiempo para aquietar la mente y dejar que las palabras empiecen a fluir...  Ese es siempre uno de los mayores obstaculos de mi vida... Encontrar tiempo. No me alcanza y me desespero. Es que esta vida es tan corta y yo quiero hacer tanto!!!

Sin dudas si uno de mis mayores deseos se queda afuera por falta de tiempo, es momento, al menos, de revisar la lista de prioridades.

Si lo pienso desde mi ser racional y objetivo, se que no hay modo de que yo pueda arrancar con una actividad mal, si lo pienso desde el corazón y le sumo la creeencia profunda de que nada sucede por algo y que ese mensaje me llego, de un modo extraño, por algo tambien, solo me resta entregarme, confiar y dejar fluir.
Seguramente tenga que hacer algunos ajustes en mi agenda y recortar el tiempo que uso para el mail y comunicaciones virtuales, pero creo que es una inversion que vale la pena.

Tengo 42 años y sigo dejando las cosas para mas adelante. Si no es ahora.. ¿cuando? es la pregunta..
Los chicos están mas grandes, el emprendimiento, aun con sus giros y contragiros, empieza a fluir a su ritmo...

¿Si no es ahora cuando?

Soy la primera que dice y repite, hasta el cansancio que hay que habitar el presente... y si en este presente no hay lugar para esas cosas que queremos hacer, para esas cosas que sabemos que tenemos que hacer.. entonces algo esta mal.. dejamos de estar alineados, se produce un quiebre y algo empieza a filtrarse por ahi.

Yo hoy elijo arrancar el dia escribiendo.
Y alentandolos a uds. a que vayan tras su sueño, que el dia es hoy, que el  mañana es algo difuso, que nos puede encontrar con otras ganas, otros tiempos y otra realidad.


Hoy entonces, habitemos el presente, y hagamos un huequito de tiempo para que nuestros sueños, sean cual sean, comiencen a tomar forma.

Abrazo grandote.
Ile.