Fly me to the moon ♪

Me encanta el fresco de la mañana y la luz del sol,  pero soy, por sobre todas las cosas, un ser nocturno. Condición que se acentuó con la llegada de la pandilla felina. He renegado mucho de mis lapsos de vigilia a mitad de la noche, pero ya casi los tengo incorporados en mi rutina.

Anoche en plena madrugada, me asaltó uno de estos momentos. Abro los ojos y percibo mi entorno para ver de que se trataba. A veces no me despierto espontaneamente sino que es alguno de los muchachitos que me camina por la espalda o decide jugar con alguno de mis pies que salen por el costado de la sábana. Pero no.
La casa estaba en silencio. Una primera inspeccion visual en penumbras me permitio divisar a Ringo durmiendo sobre mi almohada y a Elmer, a los pies de #marido. 

El barrio estaba en un momento de pleno silencio y podia escuchar el ir y venir de los colectivos unas cuadras mas allá de la esquina de casa. De repente, recordé que era luna llena y no dude ni un segundo en levantarme.

No me lo van a creer, pero, la luna y yo, somos amigas. Solemos saludarnos de madrugada cuando ella alumbra mi balcón con todo su ser.

Ayer se me ocurrió fotografiar el encuentro.
Lamentablemente no tenia mucha bateria en la cámara y por indecisa no tengo solucionado el tema del trípode aún.

Pero el pxmo mes si no hay nubes, espero tener fotos mejores. Eso si, como va a ser fines de mayo, quizá mis pies vistan medias!

Esta un pelin sobreexpuesta pero con el simbolo de la bateria titilando en rojo, no hubo chance de un bis.

Baños de luna a la madrugada

Un espiritu curioso investigando la actividad nocturna del barrio.

Yo, disfrutando un momento feliz.
#yomealuno

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