Hoy el dia empezó pretendiendo ser un dia como casi todos.... Pero no... Pocas veces las cosas son lo que aparentan ser.
Eso, cuando uno ya vivió varias primaveras, es algo que deberia saber... Pero una se olvida y se deja sorprender....
Cuando el café de mi desayuno aun estaba caliente, el día me regalo una preciosa charla telefónica con una queridísima amiga. Me sentí agradecida por empezar de tan lindo modo y me dispuse a vivir el dia, con lo que tuviera para darme.
Terminada la charla y terminado el café arranque poniendo orden en la casa, porque ayer fue el cumple 10 de mi muchachito menor, y tenia la casa bastante descalabrada y la pileta de la cocina repleta de cosas que rogaban ser lavadas.
La mañana aconteció sin demasiado sobresalto, la sonrisa de la charla con mi amiga aún me duraba y sali para el cole a dejar a mi pequeñuelo, dispuesta a pasar por el super y dejar mi casa chiche-bombón, surtida y ordenada, para el finde....
Casi doblando la esquina siento un "Meoooowww Meoooowww... " muy debil.
Bastó asomarme para ver de que se trataba para saber que mi día estaba por cambiar de rumbo.
Lo primero que hice fue llamar a Marido, que aparte de ser mi marido, es mi gran amigo y mi compañero.
-Gordo, estoy levantando un gato. Es demasiado bebe y no lo puedo dejar acá. No tengo ni idea como voy a hacer.
- Levantalo y vemos.
-Empezá a buscar tránsito.
-Empiezo a buscar.
Justo pasaron Cora y Alejandra, dos mamás del cole que pasaban, me hicieron el aguante ayudándome e intentando coordinar lo que había por hacer. Aguante que agradezco con todo mi corazón,
Marido empezaba a buscar un hogar de transito para el pequeñin y yo hacia un par de llamadas mientras pensaba que veterinaria del barrio no cerraba al mediodía. En este punto la ayuda de Lili, mi amiga que la tiene clara con estos tema, fue fundamental.
Ya encaminada la búsqueda del hogar de tránsito, me tomé un taxi que justo costó el dinero que Alejandra me habia dado para colaborar con lo que hubiera que hacer... ¿Casualidad?
Una vez hecho el ingreso en la vete, descubrí que no tenían modo de pago electrónico y empece a revolver mi cartera... contando todo lo que tenia encima, era justo lo que salia la consulta.
Aun me faltaba resolver como pagar, sin dejar el gato en consignación, los remedios que tuvieran que aplicarle en el momento....
Mientras estábamos en la vete esperando, la conocimos a Beatriz...
Que escuchaba la historia del rescate, le hacia mimos y me miraba las lagrimas que no querían quedarse escondidas. No era pena... Era emoción, de la mas pura.
Charla, va, charla viene, nos llamo el vete y terminamos entrando juntas a la consulta.
Macho, 30 días, medio kilo de puro amor, y una conjuntivitis que ya está siendo medicada.
Beatriz, sin conocernos y con una gran generosidad , pagó los antibióticos del peque (definitivamente en esta historia parece que estaban todos los detalles contemplados)
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Nos despedimos intercambiando celulares para estar conectadas y ella me paso una foto que le saco durante la consulta...
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Otra foto de celu...esta vez, tomada por Beatriz. |
En la calle, sola con el minino, a estas alturas bastante desesperada, pensando que me tocaba afrontar lo inevitable (entrar a casa con el bebe) hablo con mi hija mayor, le cuento lo sucedido, le pido ayuda para armar una cadena de difusión y encontrar un hogar de tránsito.
En ningún momento se me cruzó que pudiera transitarlo ella. Es joven, trabaja y no esta demasiado en su casa, sin embargo, al rato me llama y me dice
-Ma, yo te ayudo con esto...
No pude menos que sonreír. Dos de los gatos que viven en casa los rescató ella, y los trajo a casa para que yo los cuidara. Hoy, la vida nos dio vuelta los roles y es ella la que me da una mano a mi, para ayudar a este pequeñin.
Entre a casa con cara de aquí no sucedió nada y olor a bebe muerto de miedo. Pasé unas cuantas horas amotinada en el baño, porque el bebe y su conjuntivitis debían estar aislados de los dueños de mi hogar...
Y en mi casa los gatos abren puertas y las puertas no tienen llave, así que, literalmente, le puse la espalda a la situación, y me metí en el baño con bebecito y trabe la puerta con mi propia humanidad.
Mientras seguía intercambiando mensajes con amigos y amigos de amigos, sentía como Ringo, alias el negro, le iba haciendo surco a la puerta del otro lado. Marisol, al pie del cañon me banco un buen buen rato vía chat.
De repente, saco la vista del celu y.... el pequeño había desaparecido.
Creo en la magia, pero todo lo que se me ocurría no era posible...
Increiblemente se metio dentro del bidet. No arriba, abajo. Por el huequito por donde pasan los caños flexibles.
Sépanlo, un gato bebé pasa por casi cualquier parte.
Por suerte una hora mas tarde llegó Mica, que, una vez, mas oficia de angel de la guarda de un minino.
Me toco armar un bolso con piedras, bandejas, alimento, medicamento para los ojos, y todas las indicaciones habidas y por haber para que el pequeño sea cuidado como se merece.
Por el momento hay que ponerlo sano y fuerte para poder luego buscarle una casa . Como la que se merece cualquier ser vivo.
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Horror mi cara hinchada de tanto lagrimear -
León mira desde atrás preguntandose si es real o si es un mal sueño. |
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El reporte de las 21 informa que tomó, comió, hizo pis, jugó con una zapatilla y ahora duerme como un angelito.
Y aqui, me quedó pensando.. de que modo maravilloso la suma de voluntades puede cambiar realidades. Un poquito de cada uno y este bebito en lugar de estar caminando al borde de una avenida, hoy esta durmiendo en una casa con personas que lo van a cuidar hasta que esté listo para buscar su hogar definitivo.
No los voy a engrupir, por un momento dije.. "Quien me manda a mi a meterme en semejante baile", pero la verdad, me movió la fé de que si habia aparecido el problema, iba a aparecer la solucion.Y de hecho, la realidad me confirma que asi es. Estoy contenta de haber actuado con el corazón cuando la cabeza me decía que era una misión imposible. Imposible hubiera sido si tenia que cumplirla yo sola
Y este post suena un poquito a homenaje.. y la verdad, que lo es.
En la aventura de hoy, yo celebro el batallón de gente maravillosa, única y especial que llena mi vida dia tras día, que me acompaña y que me enseña a ser cada día un chiquitín mejor.
Es un
Gracias que sale desde lo profundo de mi corazón para todos
aquellos que no van por la vida mirando para el costado, que se
comprometen con lo que pueden (y algunas veces un poquito más) para
hacer de este mundo un lugar mejor.
Que ponen granitos de arena, que
solos parecen insuficientes, pero que sumados uno con otros, arman una
maravillosa playa donde recalar.